lunes, 18 de agosto de 2008

LA HETEROGENEIDAD EN FELIZ CONVIVENCIA

Una de las obras expuestas en la I exposición "Dip-C.C.Matas i Ramis". Mano de Artista, de Magnolo Oliver.

Pequeños grandes pasos ha dado el colectivo artístico “Día Internacional de la Pintura” que, modestamente, ha logrado mantener su presencia en el escenario expositivo barcelonés, ocupando de manera concatenada espacios diversos como el Café-Bar La Cotxera, el Bohemia Café & Barcelona y el Centre Cívic Matas i Ramis de Horta. En este último, se puede apreciar, hasta el 30 de julio, una muestra heterogénea que bien representa a ese universo de comunicadores que apuestan por reivindicar su derecho a contribuir a la dialéctica artístico-estética.
El abanico es amplio. Desde un lírico expresionismo de aires nostálgicos, que halla en la naturaleza un motivo franco para drenar ese efluvio instintivo materializado en sugerentes trazos automáticos, que reflejan tanto los efectos del arrebato del viento, como la pasividad de su ausencia o el detalle de un plano cerrado. Un tierno pero irreverente fauvismo, que exalta la simplificación del dibujo mediante una composición de líneas definidas y ritmos cromáticos de fuertes contrastes, en algunos casos minada de objetos que se proyectan fuera del plano y en otros velada intencional y socarronamente con elementos que redundan sobre su carácter reciclable. Composiciones abstractas de un sensual expresionismo, en las que manchas de densa materia pictórica juguetean en el plano tornándolo elástico, gracias al sutil empleo de los contrastes tonales, así como de la oportuna definición e indefinición de las manchas de color y su deliberada suspensión para generar la impresión de obra inacabada. La contundencia de una composición compleja y pasmosa, basada en la interpretación abstracta de un contexto remoto, que queda explícito por el sabio manejo de un cromatismo sólo aprehensible en el trópico.
Se hace presente también el hiperrealismo, interpretado como macrofotografía de un sencillo bodegón. Composiciones rítmicas en las que el efecto abrillantado de las densas capas inacabadas de esmalte de colores contrastantes, juega con el volumen creado por cadencias de pequeños aros y trozos de materia que salen a flote atendiendo a un efecto cuasi vibratorio. Expresiones faciales candorosas estudiadas desde un ámbito étnico. Dimensiones oníricas en las que confluyen elementos pétreos en perspectivas absurdas, iluminación indefinida y sombras casi sólidas, o bien un flameante y en instantes mucilaginoso cerrojo, o una bullente y casi purulenta superficie en altorelieve. Ensayos de actitudes posadas, captura del movimiento corporal y expresión del patetismo exacerbado mediante la desaturación cromática. Paisajes velados, preciosistas, cielos cargados con horizontes indeterminados. Naturalezas muertas pictóricamente recargadas, que no consiguen encontrar el punto exacto en el que los efectos etéreos, brillos y sombras se subliman. Hasta propuestas impenetrables que parecen atender a espontáneos ejercicios de aplicación de mixturas, contrastes cromometálicos y superposición de composiciones.

En fin, es una muestra que da para todos los gustos.

Farly Uzcátegui

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